TITO
Esta carta que escribe Pablo en el año 63 d.C. y que consta sólo de 3 capítulos y 46 versículos, aconseja a Tito sobre las cualidades que debe buscar en los líderes de la iglesia. También advierte a Tito sobre la reputación de los que vivían en la isla de Creta (Tito 1:12).
Qué maravilloso debió ser cuando Tito recibió una carta de su mentor, el apóstol Pablo. Pablo era un hombre muy honrado, y con razón, ya que había establecido varias iglesias en todo el mundo oriental. Esta famosa introducción del apóstol habría sido leída por Tito: "A Tito, mi verdadero hijo en nuestra común fe: Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador" (Tito 1:4). La isla de Creta, el lugar donde Pablo dejó a Tito a cargo de la dirección de la iglesia, estaba habitada por nativos de la isla y judíos que no conocían la verdad de Jesucristo (Tito 1:12-14). Pablo sintió que era su responsabilidad continuar discipulando a Tito, así como instruirlo y animarlo a desarrollar líderes dentro de la iglesia en Creta.
Pablo instruye a Tito para que ordene a los líderes de la iglesia y luego enumera algunos requisitos para los obispos. Encarga a Tito que corrija las herejías y reprenda a los falsos maestros que "confiesan conocer a Dios, pero lo niegan con sus actos" (Tito 1:16). Pablo anima a Tito a instruir a los miembros más antiguos de la Iglesia para que den ejemplo a los santos más jóvenes. También pide a Tito que enseñe a los siervos a someterse a su amo. Pablo explica la manera en que los discípulos deben vivir para preparar la venida del Señor. Describe la redención que viene a través de Jesucristo.