SANTIAGO

30.05.2023

El libro de Santiago escrito en el año 60 d.C., se dirige a los cristianos judíos a través de 5 capítulos y 108 versículos; dispersos por todas las naciones (Santiago 1:1).  Santiago escribió a los judíos para animarles a seguir creciendo en esta nueva fe cristiana. Santiago subraya que las buenas acciones fluirán naturalmente de quienes están llenos del Espíritu y cuestiona si se puede tener una fe salvadora si no se pueden observar los frutos del espíritu, tal como describe Pablo en Gálatas 5:22-23. Santiago comienza en el capítulo uno describiendo las características generales del caminar en la fe. En el capítulo dos y el comienzo del tres, habla de la justicia social y ofrece un discurso sobre la fe en acción. A continuación, compara y contrasta la diferencia entre la sabiduría terrenal y la que viene de lo alto y nos anima a alejarnos del mal y acercarnos a Dios. Santiago reprende con especial dureza a los ricos que atesoran y a los que se bastan a sí mismos. Santiago ilustra la naturaleza destructiva de la falta de autocontrol al hablar y la contrasta con el fruto de la rectitud de los que promueven la paz. Advierte a los lectores que no sean amigos del mundo, sino que resistan al diablo y se acerquen a Dios. Santiago advierte sobre los ricos devotos. Termina su epístola con unos breves consejos sobre la responsabilidad de los santos hacia los demás miembros de la Iglesia. También aconseja a los santos que esperen con paciencia la venida del Señor y que sean sinceros en todo lo que digan. Anima a los enfermos a solicitar la ayuda de los ancianos para que los unjan con aceite y los curen.