SALVOS: ¿VOS, YO... TODOS?

09.03.2023

El fin en la vida de todo creyente es tener la certeza de que vamos a ser salvos. Toda nuestra vida cristiana tiene como meta este galardón eterno. Sin embargo, ha existido a lo largo de la historia del cristianismo, dos corrientes por las cuales se han desarrollado grandes debates al respecto.

Por un lado, tenemos aquellos que apoyan la teoría de que la "salvación se pierde" es decir que corremos el peligro de que, si hacemos mal las cosas, es decir si nos manejos fuera de la voluntad del Señor, aun cuando Él no haya llamado, corremos el peligro de terminar el lugar que menos nos gustaría. Esto va ligado al "Libre albedrío" con respecto a la libertad que tenemos de tomar nuestras propias decisiones, en el sentido de seguir o no seguir al Señor. En el hacer las cosas bien, o hacer las cosas mal, de acuerdo a lo que decidamos con su consecuencia respectiva.

Y por otro lado tenemos a aquellos que piensan en la salvación por elección divina, es decir, que de acuerdo a la lección que Dios haya decidido de antemano seremos o no beneficiados con dicha promesa.

Pero vayamos por parte…

Muchos creen que una verdadera persona de fe, puede volverse nuevamente un incrédulo. Por lo tanto, todo lo que se nos fue dado en Cristo puede ser perdido de acuerdo a las decisiones que tome. Por lo que se volvería una persona apóstata, que es ni más ni menos religiosamente hablando, alguien que públicamente rechaza su fe. Para pasarlo en limpio, si hiciera falta, es el ejemplo de una persona que después de abrazar la fe cristiana, decide abandonar su fe ignorando todos sus preceptos para volver a la vida de la cual salió cuando decidió seguir a Cristo. Motivos para tal decisión puede haber muchas, pero causa existe sólo una y en unos instantes lo vas a entender.

Algunos de los versículos que apoyan la teoría de que la salvación se pierde son los siguientes:

• Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; (Jn 8:31)

• El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. (Jn 15:6)

• Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, este será salvo. (Mt 10:22)

• Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo. Mt 24:13

• Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios. (Hch 13:43)

• Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; (Ro 2:12)

• Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. (Ro 11:22)

• Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado (Col1:21)

• pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. (Heb 3:6)

• Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, (Heb 3:14)

Por otro lado, también observamos la Palabra de Dios diciéndonos, echándole un vistazo al discurso del buen pastor que ofreció nuestro Señor Jesucristo, que a lo largo del cap 10 de Juan, da muestras claras de que él es el pastor sólo de las ovejas. Observemos:

14Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 también tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Juan 10:14-16 [RV60]

Más adelante los fariseos en el versículo 24 indagan a Jesús para que le confesase si él era verdaderamente él era el Cristo, y Jesús le dice que sí pero que no le creen porque ellos no son sus ovejas:

26pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Juan 10:26 [RV60]

Y lo más importante viene en lo siguiente:

27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Juan 10:27-30 [RV60]

Esto es exactamente lo mismo que está diciendo Jesús en Juan 17:1-2

Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Juan 17:1-2 [RV60]

Los que Jesús está diciendo en este otro párrafo es: "Tú me diste autoridad para que yo les de vida eterna a tus elegidos "

6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Juan 17:6 [RV60]

9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Juan 17:9-11 [RV60]

Podemos agregar también…

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Ef 2:8-9)

Entonces… ¿Se contradice la Biblia?

No, absolutamente. Te lo explico:

Cuando el Señor salva a alguien, esa salvación es para siempre. Porque la salvación por su naturaleza misma es irrevocable. Es de Dios, el hombre por si mismo no puede ser salvo. La única explicación correcta para demostrar que la Biblia no se contradice al respecto es tomar todos los versículos que para algunos justifican que la salvación se pierde, no como una advertencia, sino como una afirmación de quien es quien.

Permanecer… continuar… son las acciones que caracterizan a aquellos que son salvos. Jesús nos está diciendo que, si permanecemos el Él, es decir en Su Palabra, somos sus verdaderos discípulos. Si permanecemos en la gracia del Evangelio, entonces somos salvos. Es decir, damos evidencia que la obra renovadora y salvadora de Dios nos hizo salvos. Esa fe perseverante que demostramos y por sobre todas las cosas, vivimos; es la evidencia mas rotunda de Dios en nosotros para salvación.

Como quedó demostrado, anteriormente en Efesios 2, la salvación es por fe y no es natural. Es un acto sobrenatural, un regalo de Dios. Por lo tanto, podemos decir que una fe que salva se manifiesta de la siguiente manera:

• Se nos mandó a creer, y creímos de manera salvadora.

• Se nos mandó a obedecer el evangelio, y así obedecemos.

• Se nos manda a creer y obedecer para santificación, y así lo hacemos.

• Se nos manda a perseverar hasta el final en la fe, y así continuamos

Lo expuesto anteriormente es la mejor manera de identificar a un verdadero creyente. Por ello el Apóstol Juan en su 1ª. Epístola en el verso 19, nos dice:

"Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros." ¡Contundente!

Por tal motivo vemos personas que confiesan haber llegado a Cristo, pero luego se apartaron y ahora, han regresado nuevamente. Y muchos pululan de esa manera. No estoy hablando de dejar una congregación para formar parte de otra por algún motivo. Estoy hablando de fe. Podemos estar todos los días dentro de la iglesia, podemos ser testigos de grandes prodigios y milagros, es más, hasta poder hacerlos, pero si no obedecemos las Escrituras, si no perseveramos en ellas hasta el fin, no somos verdaderos hijos de Dios. Muchos hoy en día confiesan haber llegado y luego haberse apartado, aún pastores… Porque pudieron salir de nosotros, pero no permanecieron para que quede de manifiesto que nunca fueron de nosotros.

Cuando alguien abandona la fe es una prueba clara que la fe que creía tener no era la fe salvadora de Dios, no fue esa fe sobrenatural que Dios nos da. En 2Ti 2:12 la Palabra de Dios nos dice: "Si perseveramos, también reinaremos con él. Si le negamos, él también nos negará.".

Cuando nos apartamos lo negamos. Solo hay dos posibilidades de personas que profesan a Cristo verdaderamente:

• Los Reales, aquellos que permanecen y perseveran mas allá de las circunstancias y de los problemas o piedras en el camino.

• Los Falsos, aquellos que después de conocerlo vuelven al mundo, viviendo su vida anterior, les molesta que le sigan hablando de Dios y hasta les molesta que le mencionen, siquiera, la palabra iglesia.

No se trata de pecado, todos pecamos. Pero, los verdaderos hijos de Dios tenemos la capacidad dada por el Espíritu Santo, de ser amonestados de tales y arrepentirnos de manera inmediata de nuestros errores.

Pedro, tenía una fe salvadora real. Aunque lo negó y al hacerlo pecó. Pero Pedro, se arrepintió automática y amargamente; y ante la ausencia física de Jesús volvió a su antiguo trabajo. Faltaba algo que sellara su salvación como la de todos sus discípulos y era la "manifestación gloriosa de su resurrección". Si bien Pedro había caminado junto a él y escuchado de su propia boca todas las enseñanzas y revelaciones del Reino de Dios, todavía no había experimentado la obra completa de redención y salvación de Dios para el hombre y que era, ni más ni menos, que presenciar personalmente la resurrección de Cristo.

De la misma manera que los discípulos tuvieron el privilegio de caminar junto al Señor y sufrieron por su fe, nosotros tenemos el privilegio de tener la obra completa de redención de Dios por medio de Las Escrituras. Ya no necesitamos ninguna otra manifestación para ser salvos, porque esa fe sobrenatural que Dios depositó en nosotros y que crece por medio de su gracia y el conocimiento de su Palabra, es la que nos hace permanecer hasta el final. No es fácil, pero tiene su recompensa…

"Es obvio que no hay mérito en ser paciente si a uno lo golpean por haber actuado mal, pero si sufren por hacer el bien y lo soportan con paciencia, Dios se agrada de ustedes". (2Pedro 2:20 NTV)

Por eso creo y tengo la firme convicción que somos elegidos por Dios. Pedro lo aclara en su primera epístola en el versículo 10 de esta manera:

"En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido."

Pero si al sufrir te alejás y lo negás no habrá restauración.

Con mas detalle lo podemos ver en el mismo libro desde el verso 3 al 6:

... Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación 4 y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. 5 Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. 6 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. (NTV)

Sin embargo, tenemos un texto más contundente:

"Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios.

Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor."

Por lo tanto, una vez que fuimos elegidos es imposible alejarnos de Él. El nos eligió con un propósito y nos identificó como sus hijos…

"No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. " Ef. 4:30 (NTV)

Una vez salvos siempre salvos. Y en esta frase muchos niegan la salvación por elección de Dios, porque afirman que da al hombre la oportunidad de vivir una vida pecaminosa teniendo la certeza de que, al final, si fueron elegidos por Dios, nada los separará de su amor. Pero esto es un error interpretativo grave para justificar que la salvación se pierde. Porque una vez salvo, cómo dijimos anteriormente, el Espíritu Santo nos ha sellado como hijos de Dios y de tal manera que es imposible volverse al mundo. El libre albedrío nos permite siempre elegirlo a Él.

Fuimos elegidos para ser llevados a una gloria eterna. Pero no entenderemos de que se trata si no tomamos la dimensión de que fuimos creados para creer en nuestro Señor, y porque creímos fuimos guardados y fuimos guardados para se glorificados…

"18Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante. 19Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quiénes son verdaderamente sus hijos." Romanos 8:18-20 [NTV]