GALATAS

Pablo escribió esta carta en el año 49 d.C. Contiene 6 capítulos y 149 versículos. En ella afirma su carácter apostólico y las doctrinas que enseñó para confirmar a las iglesias de Galacia en la fe de Cristo, especialmente en lo que respecta al importante punto de la justificación por la fe. Así pues, el tema es esencialmente el mismo que el tratado en la epístola a los romanos, es decir, la justificación por la fe. 

En esta carta, sin embargo, la atención se dirige especialmente al punto de que los hombres son justificados por la fe sin las obras de la Ley de Moisés. Gálatas no fue escrito como un ensayo sobre la historia contemporánea. Era una protesta contra la corrupción del evangelio de Cristo. La verdad esencial de la justificación por la fe y no por las obras de la ley había sido oscurecida por la insistencia de los judaizantes en que los creyentes en Cristo debían guardar la ley si esperaban ser perfectos ante Dios. 

Cuando Pablo se enteró de que esta enseñanza había empezado a influir en las iglesias de Galacia y las había alejado de su herencia de libertad, escribió la enérgica protesta contenida en esta epístola. 2 Corintios 3:18: "Y todos nosotros, a cara descubierta, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su propia imagen, como por el Señor Espíritu". Gálatas 2:19-20, "Porque yo, por la ley misma, he muerto a la ley para vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo; por lo tanto, ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí." 

Pablo escribe a los santos de Galacia porque se habían alejado del Señor y seguían falsas enseñanzas. Defiende su llamada al apostolado relatando cómo se había opuesto antes a la Iglesia y contando la historia de su conversión. Pablo señala que recibió revelaciones directamente de Dios y aclara que su ministerio a los gentiles había sido aprobado por los apóstoles. Afirma que una vez tuvo roces con Pedro sobre un asunto relacionado con los santos gentiles. Enseñó que las personas no son justificadas por los rituales de la ley de Moisés, sino por la fe en Jesucristo. 

Pablo defiende el mensaje del Evangelio. Enseña que Abraham es un ejemplo de alguien que fue justificado por la fe y no por las obras de la ley de Moisés. Por medio de la expiación, Jesucristo redimió a la humanidad de la maldición de la ley. El propósito de la ley de Moisés era servir de "ayuda, para llevarnos a Cristo". Por medio de la fe y el bautismo, los santos reciben las bendiciones de la expiación, hacen el pacto del Evangelio y se convierten en herederos de Dios por medio de Cristo, y así dejan de ser siervos y se convierten en hijos de Dios. Pablo exhorta a los santos a permanecer firmes en el pacto del evangelio ofrecido por Cristo. Pablo compara la vida de quien practica las "obras de la carne" con la de quien vive del "fruto del Espíritu". Enseña que los santos deben soportar las cargas de los demás y no cansarse de hacer el bien. Recogemos lo que sembramos.