EFESIOS

28.05.2023

Pablo escribió esta carta en el año 62 d.C. Se dividió la carta en 6 capítulos distribuidos en 155 versículos. Pablo deseaba que todos los que anhelaban una madurez como la de Cristo recibieran este registro. El libro de los Efesios describe la disciplina necesaria para llegar a ser verdaderos hijos de Dios. Además, un estudio de Efesios ayudará a fortalecer y establecer al creyente para que pueda cumplir el propósito y el llamado de Dios. 

El propósito de esta epístola es confirmar y equipar a la iglesia para que madure. Presenta una visión equilibrada del cuerpo de Cristo y su importancia en la economía de Dios. Versículos clave: Efesios 1:3: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." Efesios 2:8-10, "Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no procede de vosotros, sino que es un don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." Efesios 4:4-6: "...hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como fuisteis llamados en una sola esperanza de vuestra vocación; hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, obra por todos y está en todos". Efesios 5:21: "... sometiéndose unos a otros en el temor de Cristo". 

Pablo aborda el tema de la preordenación de los santos para recibir el evangelio; la dispensación de la plenitud de los tiempos; el sellado por el Espíritu Santo de la promesa; la salvación por la gracia; la unión de los santos gentiles y judíos en la Iglesia; un solo Señor, una sola fe y un solo bautismo; el propósito de la Iglesia; la Iglesia está organizada sobre el fundamento de los profetas y los apóstoles, con Jesucristo como principal piedra angular. Pablo enseña que Dios reunirá todas las cosas en Cristo en la dispensación de la plenitud de los tiempos. Pablo anima a los santos a aplicar las verdaderas doctrinas a la vida diaria. Les anima a despojarse del viejo hombre (es decir, de sus viejos pecados) y a revestirse del nuevo hombre, en el que han sido transformados por Cristo. Aconseja a las mujeres casadas, a los maridos, a los hijos, a los padres, a los siervos, a los amos y a las congregaciones. Anima a los santos a ponerse "toda la armadura de Dios" (Efesios 6:11).