3 JUAN
El propósito de Juan al escribir esta tercera epístola es triple. En primer lugar, escribe para elogiar y animar a su querido colaborador, Gayo, en su ministerio de hospitalidad con los mensajeros itinerantes que iban de un lugar a otro para predicar el Evangelio de Cristo. En segundo lugar, advierte y condena indirectamente el comportamiento de Diótrefes, un líder dictatorial que se había apoderado de una de las iglesias de la provincia de Asia, y cuyo comportamiento iba directamente en contra de todo lo que el apóstol y su Evangelio representaban. En tercer lugar, alaba el ejemplo de Demetrio, un discípulo sobre el que se ha informado de un buen testimonio. Juan escribe, con su habitual énfasis en la verdad, a este querido hermano en Cristo, Gayo, un laico de cierta riqueza y distinción en una ciudad cercana a Éfeso. Elogia mucho la atención y la hospitalidad de Gayo hacia sus mensajeros, conocidos o no, cuya misión era llevar el Evangelio de un lugar a otro. Juan le exhorta a seguir haciendo el bien y a no imitar el mal, como en el ejemplo de Diótrefes. Este hombre había asumido el liderazgo de una iglesia en Asia y no sólo se había negado a reconocer la autoridad de Juan como apóstol, sino también a recibir sus cartas y someterse a sus indicaciones. En 3 Juan, vemos la preocupación de Juan por las influencias apóstatas en la iglesia. También vemos el amor y la alegría de Juan por los que habían elegido una vida de obediencia. Juan elogia a Gayo por su fidelidad y le advierte sobre un líder local que se oponía a Juan y a otros líderes de la Iglesia. Finalmente. este libro consta de 1 solo capítulo y 15 versículos; y como la dos cartas anteriores, fue escrita en el año 92 d.C.